Complicaciòn para Cristina
A cuidar los dólares: Empeora el cálculo de la cosecha de soja
El clima vuelve a encender las luces de alerta en la producción agrícola nacional. La sequía que atraviesan algunas zonas productivas del país ha recortado las estimaciones iniciales de cosecha de soja y de maíz, a medida que se acerca su período de recolección. CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). “Se destacan las disminuciones de rendimientos en el NOA, especialmente en Salta con una sequía que se repite por segundo año consecutivo; en Buenos Aires, con producciones unitarias de 25 quintales por hectárea, y en Córdoba, con 26,5 quintales”, precisó el informe elaborado por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. De confirmarse la estimación, y en relación con la proyección inicial, la merma en la producción de soja –de 7 millones de toneladas– representaría una caída en el ingreso de divisas por US$ 3.745 millones. Para este cálculo se tiene en cuenta el precio FOB oficial de US$ 535 y del cual el Gobierno nacional deduce las retenciones a la exportación. En concepto de este impuesto, el Estado dejaría de percibir alrededor de US$ 1.300 millones. Si bien se está lejos del escenario de la campaña pasada, cuando el área sembrada con soja alcanzó a 18,7 millones de hectáreas y se cosecharon sólo 40,5 millones de toneladas, los 19,5 millones de hectáreas implantadas dejarían un rinde promedio de 25 quintales por hectárea. En la región pampeana, la mayor zona de producción del país, las lluvias durante febrero llegaron tarde, en forma errática y con volúmenes poco significativos, según el reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario. “En las principales regiones productoras, a partir del 20 de enero empezó el período de definición de los componentes de rinde de la oleaginosa, y tras haber logrado un buen desarrollo vegetativo por las reservas en los suelos, el balance hídrico se volvió más deficitario con el correr de los días”, advirtió la institución rosarina. En algunas zonas del NOA y del NEA, la situación es crítica. En Salta, la situación es muy grave, y los efectos de la sequía se sienten por segunda temporada consecutiva.
Allí, la campaña comenzó con el retraso de las lluvias, que ocasionó una implantación fuera de fecha en gran parte de las 610 mil hectáreas destinadas a soja. Muchos lotes no pudieron implantarse por la falta de agua. Entre el 9 de enero y el 16 de febrero, el crecimiento transcurrió sin lluvias y escasas reservas de agua en el suelo. El maíz es el otro cultivo que también está sintiendo los efectos de la falta de agua. A raíz del estado de los cultivos, la Bolsa rosarina redujo en un millón de toneladas su pronóstico nacional de cosecha 2012/13. El nuevo cálculo es de 25,5 millones de toneladas, contra los 26,5 millones previstos en enero. Carlos Petroli escribió en La Voz del Interior, de Córdoba: "Hace unos pocos meses, todos los números daban para arriba. En 2012, la sequía había hecho estragos, primero en Brasil y en la Argentina, después en los Estados Unidos. Como consecuencia, los precios de la soja saltaron a niveles récord. El mercado de futuros de Chicago rebasó los 650 dólares por tonelada. Después, todos fueron por la revancha: la corriente cálida de El Niño auguraba mejores cosechas. El primer cálculo del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), tres meses atrás, daba 55 millones de toneladas de soja en Argentina. Los números son hoy muy diferentes en volúmenes y en precios, y nada puede darse por definitivo. La cosa puede ser todavía peor: lo que ayer calculó la Bolsa de Rosario es toda una advertencia. Por añadidura, los precios internacionales podrían no recuperarse para compensar la pérdida física. Es que, aun con el traspié local, los volúmenes que aporten Brasil y Estados Unidos junto con otros proveedores, durante los próximos meses, alcanzarían para moderar la presión sobre los precios. La cosecha sudamericana todavía se perfila en un récord de 153 millones de toneladas. Y vale anotar el dato: las posiciones más cercanas en Chicago ya están en unos “modestos” 533 dólares por tonelada. Y para cuando ingrese la cosecha estadounidense, allá por septiembre-octubre, descienden hacia los 454 dólares. Todo para abajo. Con productores para nada holgados en sus cuentas y un Gobierno ávido de divisas frescas, semejante tobogán dista de ser una buena noticia económica. Los nuevos cálculos de la cosecha, de confirmarse, moderarán la perspectiva de reactivación en un 2013 ya complicado por la tensión inflacionaria y el desfase cambiario, que afectan al motor exportador. Analistas ligados al agro advierten que, aun cuando el Gobierno nacional ajuste el tipo de cambio nominal, el valor de la soja para el productor no mejorará. De tal modo, resultaría inviable aplicar al sector nuevas extracciones, por cuanto se agravarían los problemas de rentabilidad y de competitividad ya vigentes. El recálculo bajista sobre los ingresos y los precios de la nueva cosecha restan argumentos a quienes hacen números sobre la holgura de la “renta sojera”. Pero, por otro lado, agregan presión sobre el ventilado plan de un nuevo desdoblamiento cambiario para oxigenar al Gobierno."
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