Tenía cinco balazos y el ataque fue premeditado
Asesinaron al ex jefe de la barra de Newell´s
El ex jefe de la barra brava de Newell´s, Roberto "Pimpi" Camino, fue asesinado esta madrugada y abandonado en la puerta del hospital rosarino Carrasco. El ex jefe de la barra brava de Newell´s, Roberto "Pimpi" Camino, fue asesinado esta madrugada y abandonado en la puerta del hospital rosarino Carrasco.
Roberto Camino, ex líder de los violentos cuando el club era conducido por Eduardo López, fue atacado en un bar de la ciudad de Rosario.
El ex líder fue baleado por un grupo de desconocidos en un bar de Rosario ubicado en las inmediaciones de Servando Bayo al 1400, tras lo cual fue llevado de inmediato al hospital Carrasco por un grupo de personas que huyó del lugar.
Pese a los intentos médicos, la víctima falleció pocos minutos después de su arribo al centro asistencial, como consecuencia de los cinco balazos que recibió.
En las primeras pericias se encontraron vainas de calibre 9 milímetros, y, por las caracterisitcias del hecho, nada fue casual, sino que el ataque fue premeditado.
Pimpi , que debido a la condena de tres años en suspenso que pesaba sobre él por el intento de copamiento del club no podía ingresar al estadio durante cuatro años, debía presentarse en la comisaría cuando jugaba Newell´s. El ex líder de los violentos, sobre quien pesa un importante prontuario, estuvo prófugo de la justicia, fue capturado el 6 de abril de 2009 y había sido liberado el 24 de diciembre pasado.
El reinado de Camino coincide con la etapa mas nefasta en la historia del club rosarino y tiene que ver con la llegada a la presidencia de Eduardo López, en diciembre de 1994.
Durante esos años, la barra brava del club también hizo negocios con López. No sólo tuvo el manejo de las inferiores, sino que dispuso del control del estadio cubierto y de los viajes, además del dinero que recibía de la presidencia.
Pimpi y sus secuaces siempre se manejaron de la misma manera. Todo lo resolvían a punta de pistola. El grado de violencia quedó patente cuando un feroz enfrentamiento en el peaje de la Panamericana a la altura de Zárate, los enfrentó con la barra de River, donde murieron dos barras.
O aquella vez en la Libertadores del 2005, cuando se metieron de prepo en el vestuario de Vélez a amenazar a los jugadores del Fortín. O cuando, tras caer en el clásico ante Central, golpearon al entrenador Pablo Marini en el vestuario y lo "invitaron" a renunciar.
En 2006, en el tradicional banderazo que realizan antes de los partidos con Central, hubo otro muerto, un chico de 16 años, que recibió en plena fiesta un proyectil que quizá tenía otro destinatario.
También se recuerda el hecho del barrio Grandoli, cuando mataron a una mujer de 34 años, madre de cuatro chicos, al quedar en medio de una balacera que iba dirigida contra Cacho, el jefe anterior. Todas las sospechas recayeron en la gente de Camino, como en ese episodio en que dejaron cuadripléjico a un hombre de 38 años.
Presentaba varias heridas de bala |